Todavía recuerdo comandante unos ojos ávidos de niña, anclados en la televisión y los pasos que daba hasta acariciar la pantalla, rozándola con las dos manos, mientras creía que así te llegaría mi abrazo.
Cómo olvidar aquellos discursos, que me alimentaban de fe, en tanto era feliz comiendo tortas de harina, porque aunque muchos creyeron que Cuba no soportaría vivir sin la unión soviética, tú nos enseñaste a luchar y estuviste ahí con tu pueblo, aplicando la frase sagrada de que ´´nadie te da más, que cuando te da esperanzas´´.
¿Acaso podría ser desmemoriada y olvidar las horas de desvelos preparando las palabras que diría en cada acto de batalla, celebración de efemérides importantes? ¡Jamás podría! Y lo supe desde que leí ´´La historia me absolverá´´, un libro que me enseñó de la entrega y la dedicación de un hombre a una labor excelsa.
¿Acaso podría ser desmemoriada y olvidar las horas de desvelos preparando las palabras que diría en cada acto de batalla, celebración de efemérides importantes? ¡Jamás podría! Y lo supe desde que leí ´´La historia me absolverá´´, un libro que me enseñó de la entrega y la dedicación de un hombre a una labor excelsa.
Contigo descubrimos los cubanos que el dinero es un asunto material necesario, pero los valores humanos son imprescindibles. Que se puede no tener mucha economía, pero ser hombres y mujeres honrados con nuestras convicciones.
Eras de familia acomodaba, mas no te acomodaste. Viste que el dinero oprime, presiona, da trabajo esclavizado. Por eso nos mostraste que hay mucho más valor en las personas y que ellas no tienen precio. Que se puede ser como la luna, que aunque esté sola, brilla. La dignidad no tiene precio y es la respuesta a tantas glorias de nuestro deporte que dijeron no a los millones y regresaron a Cuba con sus medallas y su honor.
Entonces ¿cómo puedo silenciar mi voz ante tu grandeza Fidel? Viví 27 años de mi vida en Cuba y hoy que conozco otra realidad, valoro más lo que tenía. En Cuba no hay Mc Donals, Dominos Pizza, Oxxo. Los que tenemos tu guía, conocemos mucho más que eso: el optimismo, la perseverancia, el valor. Algunos cubanos salen de Cuba y engordan su cabeza con dólares. Padecen amnesia y te olvidan. Luego dicen ofensas, se resienten. Los corroe el rencor, el odio, los retuerce el resentimiento y la conciencia y escupen en el plato que les dio de comer.
En el fondo de su corazón ellos saben que vivir en Cuba, haber nacido en Cuba y haberte conocido fue lo mejor que les pudo suceder, por eso siguen las noticias, por eso no eres indiferente para ellos, aunque digan cualquier cosa por la que les paguen o les hayan envenenado su esencia de amor por la Patria y por ti, patriota siempre.
Tú eres padre Fidel, perdonas a los que siguieron otro camino. El esfuerzo que has dedicado sí ha valido la pena, porque en Cuba siguen luchando contigo y los que ya no vivimos ahí como yo, también. Tú eres padre Fidel, perdonas a los que siguieron otro camino. El esfuerzo que has dedicado sí ha valido la pena, porque en Cuba siguen luchando contigo y los que ya no vivimos ahí como yo, también.
Quienes a otras tierras fuimos por diferentes razones, entre ellas y la más valiosa: el amor, aprendimos también que hay trabajo duro para ganar el dinero, por eso no te hace feliz. En México muchos niños no cantan, venden dulces en el metro, las mujeres no tienen un año de licencia de maternidad, sólo cuatro meses con la nueva ley, los universitarios no cuentan con alojamiento para estudiar. Si viven lejos les toca laborar horas extras para pagar una renta. Pocas veces se convive en familia y se sonríe frente a frente; existe el wifi, el Skype, el messenger y el Facebook supuestamente para cubrir esos espacios. Hay desarrollo sí, pero muy mal repartidas las riquezas.
Entonces ¿cómo puedo silenciar mi voz ante tu grandeza Fidel? Viví 27 años de mi vida en Cuba y hoy que conozco otra realidad, valoro más lo que tenía. En Cuba no hay Mc Donals, Dominos Pizza, Oxxo. Los que tenemos tu guía, conocemos mucho más que eso: el optimismo, la perseverancia, el valor. Algunos cubanos salen de Cuba y engordan su cabeza con dólares. Padecen amnesia y te olvidan. Luego dicen ofensas, se resienten. Los corroe el rencor, el odio, los retuerce el resentimiento y la conciencia y escupen en el plato que les dio de comer.
En el fondo de su corazón ellos saben que vivir en Cuba, haber nacido en Cuba y haberte conocido fue lo mejor que les pudo suceder, por eso siguen las noticias, por eso no eres indiferente para ellos, aunque digan cualquier cosa por la que les paguen o les hayan envenenado su esencia de amor por la Patria y por ti, patriota siempre.
Tú eres padre Fidel, perdonas a los que siguieron otro camino. El esfuerzo que has dedicado sí ha valido la pena, porque en Cuba siguen luchando contigo y los que ya no vivimos ahí como yo, también. Tú eres padre Fidel, perdonas a los que siguieron otro camino. El esfuerzo que has dedicado sí ha valido la pena, porque en Cuba siguen luchando contigo y los que ya no vivimos ahí como yo, también.
Quienes a otras tierras fuimos por diferentes razones, entre ellas y la más valiosa: el amor, aprendimos también que hay trabajo duro para ganar el dinero, por eso no te hace feliz. En México muchos niños no cantan, venden dulces en el metro, las mujeres no tienen un año de licencia de maternidad, sólo cuatro meses con la nueva ley, los universitarios no cuentan con alojamiento para estudiar. Si viven lejos les toca laborar horas extras para pagar una renta. Pocas veces se convive en familia y se sonríe frente a frente; existe el wifi, el Skype, el messenger y el Facebook supuestamente para cubrir esos espacios. Hay desarrollo sí, pero muy mal repartidas las riquezas.
Está uno de los millonarios más ricos del mundo Carlos Slim y además muchos pobres en extremo, que viven en las calles, sin enfermedad mental.
Hay muchos entretenimientos, logras cuanto te propongas si laboras mucho en los sitios adecuados de mejor remuneración, pero casi no te queda tiempo para leer, cultivarte…
Hay mucho por mejorar en Cuba, pero tengo fe en que los cubanos, no perderemos nuestra esencia. Hoy sé Fidel que soy muy dichosa de haber tenido tu liderazgo, de haber visto tu sapiencia, tu talento para defender lo importante, para convencer de lo justo, de lo noble.
Gracias te damos por estos 90 años con nosotros. Por las lágrimas de emoción que sacabas a los deportistas que soñaban las medallas para dedicártelas, por los niños que sonrieron en tus brazos, por los hombres y mujeres que vibraron pues se les concedió el sueño de verte en el último Congreso del Partido, donde sorprendiste con tu presencia viva y física.
Viví 27 años en Cuba y estoy orgullosa, de haberlo hecho marchando por los principios revolucionarios, de soñar abrazarte. Me fue posible llegar a Raúl, a ti no, físicamente, no obstante, en mi mente sí. Eternamente agradecida Fidel por todos los años dignos de paz y alegría. Yo me quedo con todas esas cosas, pequeñas, silenciosas y con esas, yo me quedo…
Hay mucho por mejorar en Cuba, pero tengo fe en que los cubanos, no perderemos nuestra esencia. Hoy sé Fidel que soy muy dichosa de haber tenido tu liderazgo, de haber visto tu sapiencia, tu talento para defender lo importante, para convencer de lo justo, de lo noble.
Gracias te damos por estos 90 años con nosotros. Por las lágrimas de emoción que sacabas a los deportistas que soñaban las medallas para dedicártelas, por los niños que sonrieron en tus brazos, por los hombres y mujeres que vibraron pues se les concedió el sueño de verte en el último Congreso del Partido, donde sorprendiste con tu presencia viva y física.
Viví 27 años en Cuba y estoy orgullosa, de haberlo hecho marchando por los principios revolucionarios, de soñar abrazarte. Me fue posible llegar a Raúl, a ti no, físicamente, no obstante, en mi mente sí. Eternamente agradecida Fidel por todos los años dignos de paz y alegría. Yo me quedo con todas esas cosas, pequeñas, silenciosas y con esas, yo me quedo…
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