domingo, 28 de agosto de 2016

Amor eterno a Juan Gabriel: el hombre que se nos fue.

De las grandes tristezas se forjan los grandes hombres. Sufrió abandono, vivió en orfanato; su padre padeció esquizofrenia, la madre no pudo verlo crecer, pero estas vivencias hicieron de Alberto Aguilera – real nombre – el Juan Gabriel que enciende nuestros corazones con sus sentidas letras.


´´Fue un placer conocerte´´, todo lo dejaste en el escenario. Teatros, auditorios, gente culta, noble, sencilla, tuvimos la dicha de reconocer tus canciones: cantarlas, sufrirlas, emocionarnos con ellas.

De tu savia bebieron cantantes, enamorados, poetas y a los 66 años se detuvo el calendario. A un ángel, llamó el cielo, que vendió 100 millones de discos, cuyas miles de canciones se han traducido al turco, alemán, japonés, italiano, inglés, pues nadie ha querido perderse el sabor de tus composiciones hermosas, desgarradoras, intensas, como la vida misma.

sábado, 13 de agosto de 2016

Años dignos de paz y alegría.

Todavía recuerdo comandante unos ojos ávidos de niña, anclados en la televisión y los pasos que daba hasta acariciar la pantalla, rozándola con las dos manos, mientras creía que así te llegaría mi abrazo.

Cómo olvidar aquellos discursos, que me alimentaban de fe, en tanto era feliz comiendo tortas de harina, porque aunque muchos creyeron que Cuba no soportaría vivir sin la unión soviética, tú nos enseñaste a luchar y estuviste ahí con tu pueblo, aplicando la frase sagrada de que ´´nadie te da más, que cuando te da esperanzas´´.

¿Acaso podría ser desmemoriada y olvidar las horas de desvelos preparando las palabras que diría en cada acto de batalla, celebración de efemérides importantes? ¡Jamás podría! Y lo supe desde que leí ´´La historia me absolverá´´, un libro que me enseñó de la entrega y la dedicación de un hombre a una labor excelsa.

Contigo descubrimos los cubanos que el dinero es un asunto material necesario, pero los valores humanos son imprescindibles. Que se puede no tener mucha economía, pero ser hombres y mujeres honrados con nuestras convicciones. Eras de familia acomodaba, mas no te acomodaste. Viste que el dinero oprime, presiona, da trabajo esclavizado. Por eso nos mostraste que hay mucho más valor en las personas y que ellas no tienen precio. Que se puede ser como la luna, que aunque esté sola, brilla. La dignidad no tiene precio y es la respuesta a tantas glorias de nuestro deporte que dijeron no a los millones y regresaron a Cuba con sus medallas y su honor.

Entonces ¿cómo puedo silenciar mi voz ante tu grandeza Fidel? Viví 27 años de mi vida en Cuba y hoy que conozco otra realidad, valoro más lo que tenía. En Cuba no hay Mc Donals, Dominos Pizza, Oxxo. Los que tenemos tu guía, conocemos mucho más que eso: el optimismo, la perseverancia, el valor. Algunos cubanos salen de Cuba y engordan su cabeza con dólares. Padecen amnesia y te olvidan. Luego dicen ofensas, se resienten. Los corroe el rencor, el odio, los retuerce el resentimiento y la conciencia y escupen en el plato que les dio de comer.

En el fondo de su corazón ellos saben que vivir en Cuba, haber nacido en Cuba y haberte conocido fue lo mejor que les pudo suceder, por eso siguen las noticias, por eso no eres indiferente para ellos, aunque digan cualquier cosa por la que les paguen o les hayan envenenado su esencia de amor por la Patria y por ti, patriota siempre.

viernes, 5 de agosto de 2016

¿Cuál será el secreto de Japón para que su gente tenga calidad de vida? Sus mitos y realidades.

¿Cómo será posible que en una pequeña isla puedan vivir 130 millones de habitantes y Tokio al 2016, sea la ciudad más poblada al mundo con 39 millones 230 mil ciudadanos? ¿Qué motiva a tantas personas a residir allí?

Las anteriores interrogantes y una magistral conferencia que agradezco la oportunidad de haber visto en Youtube, me motivaron a escribir sobre este tema. En Latinoamérica, sobre todo, hay varias creencias con relación a los japoneses. ¿A qué debe su éxito Japón? No pocos latinos refieren: ´´´sucede que los japoneses son inteligentes´´. Los imaginamos grandes inventores, que sus clases serán creación continua desde tempranas edades.

Pero resulta que la clave está en su disciplina y no en la inteligencia. Cuenta un colombiano - cuyos padres son japoneses - que nunca olvida la primera vez que llegó a la escuela. Los niños reían, gritaran, corrían en el salón de clases, pero en cuanto llegó el profesor, se pusieron de pie: en atención, saludaron y todos atendieron las clases: ninguno hablaba con el de al lado. Absolutamente cada uno permanecía en silencio y concentración total. Los japoneses así piensan: ´´La disciplina supera a la inteligencia y lleva al éxito´´.

En Japón no hay oro, petróleo, están las esmeraldas más lindas; no son inventores primarios y toda la materia prima de los productos que fabrican, la compran, pero tienen disciplina. Hemos visto cuanto talento hay en el continente americano: en la música, tecnologías, innovación, pero solo algunos son exitosos, porque falta entender en las mayorías el significado de la disciplina y la constancia cuando emprenden una obra.

El japonés no mira con buenos ojos las ganancias rápidas. Los latinos queremos ganar más en menos tiempo, pero el japonés cuando funda una empresa dice: ´´esta empresa me dará frutos en 20 años´´ y todos trabajan animados. En cinco años apenas la empresa será un bebé, en 12 será adolescente, y en 20 dará ganancias para incluso los hijos y nietos. Ellos tienen mentalidad futurista, nosotros queremos amasar todo en el presente, porque el futuro es incierto. Sin embargo, en Japón no piensan así. Para ellos hay que trabajar con disciplina hoy para un mejor mañana.