Quiso la providencia divina ponerlo al servicio de los más necesitados, y cuántos pobres venezolanos vieron la luz del día, encomendados por su alternativa bolivariana, a los oftalmólogos cubanos, en esta isla de América!
... América sufre, pero es fuerte la América, y a Chávez, lo recordaremos eternamente comandando, guiando en pensamiento la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Quedará esa sonrisa plena, la boina roja de los donan su vida batallando, hasta el último minuto posible, en las guerras o enfermedad.
Sus enérgicas palabras seguirán alentando pueblos a conseguir la paz. Conservemos la presencia de Chávez junto a señoras de avanzada edad, emocionadas, con más riquezas que un alma pura. Demos gracias a la suerte celestial, porque nos entregó un hombre que besó las manos de la gente de pueblo, les permitió aprender a leer, escribir y llevó médicos que los curaron a veces, mejoraron a menudo, sin embargo, los consolaron siempre.
Grabemos la imagen del humano alzando en sus brazos a un bebé recien nacido, pues así debemos elevar a los presentes, si queremos, soñar el futuro.
Chávez entre las rosas de los niños, brazo extendido, puño firme en los micrófonos, hagámosle honores, sabiendo que tenemos que resistir, por nosotros y por los otros.
Como diría Chávez: Nosotros viviremos y nosotros venceremos.